El pasado 3 de julio se realizó un taller vecinal en el que los técnicos de la Dirección General de Planificación Estratégica del Área de Desarrollo Urbano Sostenible presentaron el anteproyecto de urbanización del barrio del Aeropuerto, resultado del proceso participativo realizado en los últimos meses del año 2017.
Pese a que la realización de las obras aún esté en el aire debido a la inexistencia de una partida presupuestaria para ejecutar las expropiaciones de varias parcelas del barrio y a la necesidad de obtener suelos que no fueron cedidos en la década de los 70 por la Inmobiliaria Roiz, el proyecto definitivo de urbanización será realizado en los próximos meses por la Dirección General de Espacio Público y podría ejecutarse parcialmente gracias a los fondos del Plan Estatal de Vivienda en las calles de titularidad municipal.
Un barrio vertebrado en torno a una gran zona verde central
Probablemente la actuación más destacable del proyecto se trate de la urbanización de la parcela actualmente conocida como “el barrizal”. El planeamiento urbanístico del barrio, en vigor desde junio de 2017, califica estos terrenos como zona verde, determinación que obliga al Ayuntamiento a expropiar los 3.454 m² de terreno que actualmente pertenecen a la mercantil Proyectos Aeropuerto S.A.
La solución propuesta para esta zona degradada consiste en la creación de un parque central de líneas dinámicas con una gran área destinada a la realización de celebraciones vecinales y que contaría con una pérgola que cubriría parte del espacio.
El elemento central de este espacio verde es el denominado “banco arroyo”, un banco corrido realizado en hormigón y que representaría el curso del desaparecido arroyo de Rejas a su paso por el barrio. Los elementos de agua se repiten a lo largo de todo el anteproyecto planteándose la posibilidad de crear un itinerario didáctico que ponga en valor la importancia que tuvieron los arroyos en la ciudad de Madrid.
Se apuesta por utilizar pavimentos drenantes que permitan la absorción del agua de lluvia, por la plantación de vegetación frondosa con pequeños espacios de pradera y se plantea la posibilidad de trabajar en tres dimensiones con el terreno para crear pequeños montículos.
Interpretación artística del parque (elaboración propia)
Interpretación artística del banco arroyo (elaboración propia)
Espacios remodelados: la plaza, la vaguada de Garganchón y el aparcamiento verde
En los espacios interbloque situados entre las calles Medina de Pomar, Salinas de Rosío, Frías y Fuentenebro desaparecerían los barracones destinados a entidades y colectivos para dar lugar a una gran plaza con una fuente en su centro. En los extremos se instalarían zonas destinadas a la población adolescente y se renaturalizarían los espacios arbolados eliminando el pavimento actual mientras que las zonas de juegos infantiles y de ejercicio para mayores mantendrían su localización.
En la parte trasera de todos los bloques de la manzana se ajardinaría un espacio de alrededor de 3 metros de anchura delimitado por un banco corrido con el objetivo de mejorar la privacidad de las viviendas.
Propuesta de actuación en la manzana situada al oeste del barrio
Propuesta de actuación en los bloques situados en la calle Garganchón
Una de las premisas que ha guiado la elaboración del anteproyecto ha sido garantizar la accesibilidad universal de los espacios públicos y de los bloques. Por esta razón y con el fin de posibilitar la instalación de torres de ascensores en fachada se propone la creación de vías de coexistencia en las calles Pradoluengo y Garganchón y ampliaciones de aceras en Frías y Fuentenebro.
Debido a que estas modificaciones conllevan la pérdida de plazas de aparcamiento, se propone crear un espacio denominado “mercado – aparcamiento verde” entre las calles Garganchón y Trespaderne que pudiese suplir los estacionamientos eliminados y que tuviese un carácter multiusos, permitiendo la celebración de fiestas, mercadillos etc.
No obstante, los técnicos puntualizaron que estos nuevos espacios de aparcamiento no serán de uso exclusivo para residentes y explicaron que para permitir la reserva de estacionamiento sería necesario implantar la denominada “Zona de Aparcamiento Vecinal” prevista en la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible, para lo que sería necesario iniciar un proceso de petición vecinal.
En verde, plataformas elevadas al mismo nivel que las aceras. En morado, modificaciones de aceras.
Plano del mercado – aparcamiento
Las obras, aún en el aire y sin presupuesto
Para que las obras puedan contratarse y ejecutarse deben cumplirse dos requisitos previos: los espacios deberán ser de titularidad municipal y debe existir una partida presupuestaria suficiente.
La aprobación inicial del proyecto de expropiación tuvo lugar en octubre de 2017, aunque la partida presupuestaria destinada al pago del justiprecio desapareció tras los recortes llevados a cabo entre noviembre y diciembre del pasado año y no ha vuelto a aparecer en los presupuestos municipales de 2018. Pese a esta situación, los técnicos explicaron que se estaba barajando una modificación presupuestaria que haría posible obtener los suelos en 2018, aunque señalaron que de no llevarse a cabo en pocas semanas se aplazaría a 2019 debido a que no se podría tramitar el expediente antes de finalizar el ejercicio presupuestario.
Además de las parcelas destinadas a dotaciones, los espacios perimetrales de los bloques, propiedad de los vecinos del barrio, deberán ser cedidos al Ayuntamiento. Este hecho será comunicado por el Consistorio a los presidentes de las Comunidades de Propietarios tras lo cual deberá convocarse una Junta General Extraordinaria de la que se extenderá un acta en la que se expresará la opinión de los vecinos. Tras esto se abrirá un periodo de información pública para realizar alegaciones y finalmente se inscribirá la cesión de uso y explotación de los terrenos a favor del Ayuntamiento de Madrid por una vigencia igual a la del plan de ordenación.
Superados estos trámites los terrenos podrán ser urbanizados por el Ayuntamiento una vez exista una partida presupuestaria, actualmente prevista para el año 2020, aunque será posible realizar obras parciales antes de diciembre de 2019 con cargo a los fondos del Plan Estatal de Vivienda.