El Ayuntamiento de Madrid ha autorizado en la Junta de Gobierno celebrada el jueves 5 de julio un convenio de colaboración con las administraciones central y autonómica para implantar carriles BUS-VAO de entrada y salida en la autovía A-2, con un gasto previsto de 3.250.000 euros. El texto autorizado es el fruto del proceso iniciado el 28 de noviembre de 2017, cuando se suscribió un acuerdo general para colaborar en la puesta en marcha de esta intervención viaria.
Los tramos previstos son, en el caso del carril de entrada, desde el nudo con la M-300, en el punto kilométrico 23,500 (término municipal de Torrejón de Ardoz), hasta pasado el enlace de la A-2 con la M-30, en el p.k. 4,200. En cuanto al carril de salida, iría desde el punto kilométrico 6,100, hasta el p.k. 14,900, a la altura del barrio de Rejas en el distrito de San Blas-Canillejas.
Para la realización de la intervención se estima que la inversión total necesaria es de 13.000.000 euros, a asumir a partes iguales por el Ministerio de Fomento, la Dirección General de Tráfico, el Consorcio Regional de Transportes y el Ayuntamiento de Madrid.
Proyectos
La actuación se recoge en tres proyectos, cuya redacción se está finalizando y que se desarrollarán por fases a través del Ministerio de Fomento. La solución propuesta, tanto de entrada como de salida, consiste en reservar para autobuses y para VAO (Vehículo de Alta Ocupación) el carril izquierdo de la calzada de la autovía A-2, estableciendo un número reducido de puntos de embarque con el objetivo de que los vehículos que ingresen en el carril, se mantengan dentro de él hasta llegar al final del recorrido.
La adaptación de los carriles izquierdos como carriles BUS-VAO se apoyará principalmente en actuaciones en materia de señalización horizontal y vertical, en la identificación del carril reservado mediante la colocación de balizas luminosas, y en Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS). Los ITS permitirán la gestión y explotación del tráfico en el carril izquierdo de una manera flexible, de forma inmediata y basada en datos reales. Es decir, lo que se denomina “gestión inteligente de la carretera”, algo que permitirá flexibilidad e inmediatez en la apertura y cierre del carril, así como determinar el tipo de vehículos, la ocupación de VAO, y el límite de velocidad variable. También posibilita poner mayor capacidad viaria a disposición de los modos más eficientes de transporte al optimizar la infraestructura existente.
Con respecto a los plazos para implantar estas medidas, comenzarán a partir de la firma del convenio, texto que se encuentra en poder de cada una de las administraciones.