Se acaba 2018, un año que ha dejado mucho que desear debido a las pocas mejoras visibles en nuestro barrio. Con excepción de la renovación del parque infantil, logrado gracias a la implicación de las 179 personas que votaron la propuesta de Presupuestos Participativos en el año 2016, la situación de los vecinos continúa siendo prácticamente igual a la de hace un año.
Este 2018 ha estado marcado por la parálisis presupuestaria, originada con la intervención del Ayuntamiento de Madrid por parte del Ministerio de Hacienda a finales de 2017. La interpretación de la regla de gasto que realizaba el anterior Ministerio ha sido profundamente lesiva para todos los ciudadanos de Madrid, especialmente de zonas vulnerables como la nuestra. Y es que, aunque la ciudad tiene un superávit anual de más de 1.000 millones de euros, el Ministerio de Hacienda consideraba que Madrid gastaba más de lo que permitía la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
La calma, ¿antes de la tormenta?
La aprobación de los presupuestos para 2018 en el mes de junio continuaba con la senda de recortes iniciada tras la aprobación del Plan Económico Financiero (PEF), pero tras la moción de censura y el nuevo Gobierno Estatal el diálogo con el Ministerio parece ser más amable y ha derivado en un presupuesto más expansivo. Numerosas modificaciones presupuestarias han permitido retomar proyectos que quedaron fuera del presupuesto aprobado en junio. Es el caso de las expropiaciones del barrio del Aeropuerto, que fueron incluidas en el presupuesto municipal durante el mes de septiembre según pudimos averiguar a través de la información publicada en la web de Datos Abiertos. Gracias a la disponibilidad presupuestaria el proyecto pudo retomarse siendo aprobado definitivamente el 13 de diciembre.
Este logro no es algo menor: el Ayuntamiento está legitimado para actuar sobre los suelos una vez aprobado el proyecto de expropiación, aunque no se espera realizar obras de urbanización en las fincas expropiadas hasta el año 2020. No obstante, gracias a la aportación económica comprometida en la prórroga del Plan de Vivienda 2013-2016, en 2019 se llevarán a cabo obras de reurbanización en las calles Frías, Pradoluengo, Fuentenebro y Salinas de Rosío.
También se ha continuado la tramitación de las solicitudes de subvención para realizar obras de rehabilitación en los bloques de viviendas. En octubre se publicaron las propuestas de concesión del Plan MAD-RE 2017 en el que aparecían los primeros 10 edificios con una cuantía total de 2,25 millones de euros. La convocatoria del Fondo de Reequilibrio Territorial, que tiene la finalidad de complementar con 1,8 millones de euros a las ayudas del Plan MAD-RE, comenzó en septiembre y ha finalizado el 28 de diciembre. Además hace pocas semanas se publicó la convocatoria del Plan Estatal de Vivienda con 1.050.000 € destinados a rehabilitar hasta 150 viviendas; el plazo de solicitud de estas ayudas se prolongará durante 3 meses.
Comienza la rehabilitación
Con todas las piezas en su lugar todo apunta a que 2019 será el año en el que comience la ansiada rehabilitación de nuestro barrio. Recientemente hemos podido saber que el Ayuntamiento tiene listos para su aprobación los proyectos de obras de urbanización de las calles Frías, Pradoluengo, Fuentenebro y Salinas de Rosío. Si todo transcurre sin incidentes, las obras se adjudicarán directamente en el mes de enero de 2019, y se prevé que las actuaciones comiencen en marzo con un plazo de ejecución de 6 meses.
Durante 2019 también se redactará un proyecto de urbanización integral del barrio que se ejecutará en varios años a partir de 2020 una vez se resuelvan los problemas de titularidad del suelo de los espacios interbloque.
En cuanto a las obras de rehabilitación de edificios, el próximo año se espera ejecutar una primera fase que intervendrá en 8 edificios, que afectan a 14 comunidades de propietarios y 138 viviendas. Las subvenciones se encuentran pendientes de pago, a la espera de que cada comunidad comunique el inicio de obra, prevista para el primer trimestre de 2019. Además, a 13 de diciembre se han recibido otras 11 solicitudes de ayudas del Fondo de Reequilibrio Territorial y otras 11 del Plan MAD-RE 2018.
Está pendiente de ejecutar el plan de asfaltado iniciado este verano y que se retomará una vez que la situación meteorológica lo permita. En el barrio del Aeropuerto se espera intervenir en las calles Trespaderne, Barbadillo y Salinas de Rosío (en esta última se coordinarán con las obras de reurbanización). Para 2019 está previsto incluir como Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) las partidas presupuestarias de los proyectos de presupuestos participativos 2017 y 2018, aunque esto no es indicativo de que se ejecuten el próximo año puesto que las IFS pueden realizarse hasta en dos ejercicios después de la aprobación del gasto.
2019, año electoral
El próximo mes de mayo tendrán lugar las elecciones que determinarán los próximos gobiernos municipal y autonómico. Aun no se conocen los programas de ninguno de los principales partidos pero, a raíz de las propuestas y actuaciones políticas llevadas a cabo en los últimos años, se puede asegurar que el futuro de las actuaciones de rehabilitación del barrio es incierto. Mientras que el bloque formado por Ahora Madrid y el Partido Socialista han defendido e impulsado la rehabilitación como herramienta de regeneración urbana, el Partido Popular y Ciudadanos abogan por retomar la iniciativa de remodelación integral.
Este año que comienza será clave en el futuro del barrio del Aeropuerto, ya sea porque el impulso de la rehabilitación adquiera suficiente momento como para continuar a lo largo de los próximos años, con independencia del color político del Ayuntamiento de Madrid, o porque la iniciativa cambie, situación en la que la incertidumbre sería máxima.